Evitar la exposición directa al sol especialmente entre las 9:30 a.m. y 4:00 p.m.
Evitar el esfuerzo físico durante la parte más calurosa del día especialmente si el aire está húmedo.
Beber mucho líquidos durante el día y en especial antes de exponerse al calor.
No tomar bebidas con alcohol o cafeína, ya que la rápida metabolización del alcohol eleva la temperatura del cuerpo mientras que la cafeína es un diurético moderado que acelera la deshidratación.
No fumar. El tabaco constriñe los vasos sanguíneos y altera la capacidad del fumador para aclimatarse al calor.
Usar sombrero. De preferencia, si también protege el cuello y está bien ventilado. Por ejemplo, un sombrero de ala ancha con muchos agujeritos sería una buena elección. Esta recomendación se basa en el hecho que los vasos sanguíneos de la cabeza y cuello están muy próximos a la superficie de la piel, de modo que en esa zona se tiende a ganar o perder calor con mucha rapidez. Si desea refrescarse aún más, puede ponerse un pañuelo mojado debajo del sombrero.
Usar ropa cuyo tejido sea de algodón y poliéster pues respira mejor que las camisas de algodón puro o de nylon puro de tejido apretado.
Usar colores claros, ya que éstos reflejan el calor mientras que los oscuros lo absorben.
Usar siempre una camisa, ya que si no se usa se expone más a la radiación del sol.
Comer más frutas y verduras porque contienen cantidades relativamente altas de agua y un buen equilibrio de sal.
Vigile los trayectos en coche durante las horas de más sol y no deje a los niños en espacios con las ventanas cerradas.
Reduzca las actividades intensas.
Evite las comidas muy calientes y las que aporten muchas calorías.
Procure caminar por la sombra, permanecer debajo de una sombrilla cuando esté en la playa y descansar en lugares frescos de la calle o en espacios cerrados que estén climatizados.
Lleve agua y beba a menudo.